Entrevista al periodista Andrés Oppenheimer
Periodista: ¿En qué consiste ese ritual de
ciertos países de nuestro continente
de sacar a pasear ataúdes? ¿Cómo se vincula
la necrofilia con el populismo?
Oppenheimer: En mi libro cuento, que en
todos mis viajes a China, India y Singapur y varios
otros países que están logrando reducir la pobreza a
pasos acelerados, ningún funcionario me citó el pasado.
Todos hablan del futuro. Cunado llegué al aeropuerto de
Singapur y cambié dinetro para tomar un taxi al hotel,
me llamó muchísimo la atención que el billete de dosa
dólares de Singapur tiene en su parte de atrás la imagen
de una universidad, con un profesor y alumnos
escuchando. En la parte de abajo, hay una sola palabra:
EDUCACIÓN,
noso
Periodista: ¿Cómo se hace para mirar hacia
delante sin dejar de lado la historia?
Oppenheimer: Yo no digo que haya que dejar de
lado la historia ni olvidarla,ni dejar de discutirla.
Nuestros países tienen historias muy valiosas, que no
hay que olvidar. El problema es cuando tenemos una
excesiva obsesión con la historia que nos disdtrae de la
urgente tarea de concentrarnos en la educación, la
ciencia y la innovación.
Tenemos que mirar un poco menos para atrás, y
un poco más para adelante.
Periodista: ¿Por qué no tenemos un Bill
Gattes latinoamericano?
Oppenhimer: Esa pregunta le hice a Bill
Gates, me dio una respuesta muy interesante me dijo
entre otras cosas, que lo que nos está faltando en
Latinoamérica y Estados Unidos es "humildad". Creemos
que estamos bien y no nos damos cuenta que nos estamos
quedando cada vez más atrás de los asiáticos en
educación, ciencia y tecnología. Le doy un ejemplo
dramático: el año pasado, Corea del Sur, un país que en
1970 tenía un ingreso per cápita cuatro veces menos que
el de Argentina, registró 8.800 patentes de nuevas
invenciones en Estados Unidos, mientras que Argentina
ese mismo año registró apenas 45 patentes. Pero mientras
los coreanos pie4nsan que están ma y tienen que ponerse
las pilas, porque los japoneses registraron 35.500
patentes, nosotros en Latinoamérica, nos creemos el
cuento de que nuestros científicos son lo mejor del
mundo. Lo cierto que en Argentina hay un talento
enorme, más que en muchos países, pero falta una dosis
de paranoia constructiva para que el país se ponga las
pilas y convierta ese talento en un motor de la
economía, por ejemplo produciendo invenciones
patentables a nivel mundial..
Periodista: ¿Qué es la paranoia constructiva?
Oppenheimer: Es creer que uno está mal y que
otros están mejor, eso te saca de la complacencia, te
lleva a reconocer que tenés un serio problema al que hay
que resolver. Los chinos tienen esa parania
constructiva. Cuando fui a Pekín a entrevistar a los
funcionarios del Ministerio de Educación, me decían que
China está muy mal y que India está haciendo las cosas
mejor. Y en India, me dijeron que tenía que ir a
Singapur porque ahí estaban haciendo las cosas mejor.
Periodista: Su libro es una crítica al
descuido en Latinoamérica por la educación. ¿A qué se
debe ese descuido?¿Cómo se recupera el rol central de la
educación y de la investigación?
Oppenheimer: e libro es una crítica tanto a
Latinoamérica como a Estados Unidos, por no entender que
estamos en la era de la economia del conocimiento, donde
una patente de un programa de software o una nueva
tecnología valen muchísimo más que las materias primas o
las manufacturas (...) en Latinoamérica no tenemos
ninguna universidad entre las 200 mejores del mundo, y
nuestros alumnos salen en los últimos puestos de los
test internacionales de Matemática, ciencia y
comprensión de lenguaje.
Al final del libro reproduzco 12 ideas
concretas. Una de las principales es que la educación es
algo demasiado importante para ser dejada a los
gobiernos. La solución no va a venir de ningún gobierno,
porque los políticos piensan en plazos de cuatro años,
en la proxima elección, y la calidad educativa es una
inversión queda frutos en 20 años. Entonces la solución
es crear coalisiones de organizaciones civiles,
empresarios y medios de comunicación, para presionar
tanto al gobierno como a los sindicatos a mejorar la
calidad de la educación. Es lo que se hiczo en Brasil,
con excelentes resultados.
Es una síntesis de la entrevista realizada al
periodista Andrés Oppenheimer, estudioso de los
problemas latinoamericanos por lo que ha escrito un
libro ¡Basta de historias!, una suerte de manifiesto
crítico de la mirada retrospectiva dominante en
Latinoamérica y una apología de la educación y del
futuro.
Mucho nos lleva a reflexionar sobre lo que nos
pasa . Invito a la lectura completa de la entrevista
realizada por el Diario clarín el domingo 12 de
diciembre de 2010, la que me resultó esclarecedora y
acertada.
Es muy acertada su opinión sobre que nos falta
humildad a los argentinos, y debemos de dejar de creer
que somos los mejores porque realente nos falta mucho
para ello.
tros en nuestros billetes, ponemos a nuestros
próceres. Mientras los asiáticos están mirando para
adelante, hablando de la educación de las nuevas
generaciones, nosotros estamos mirando para atrás.
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