lunes, 3 de mayo de 2010

La ciencia que evita sufrimientos

La ciencia que evita sufrimientos




Más allá de las necesidades materiales que toda alma con cuerpo tiene, el correr tras la riqueza es una carrera sin fin, nunca se llega a tener todo lo que se quiere. Si queremos paz, debemos poner límite a nuestros requerimientos materiales. Para el yoga, la clave es no tener deseos.

textos. SHUCHITA MAHAYOGUINI. FOTO. EL LITORAL

Alegría y pena son el resultado de nuestras propias reacciones ante las situaciones de la vida. No son las situaciones en sí las causantes de esos estados, sino la actitud de nuestra mente ante ellas.

La mente se alegra cuando los acontecimientos de la vida coinciden con sus deseos; de lo contrario, se apena.

La clave para estar siempre en calma y contento ante cualquier situación está en no tener deseos. Esto parece algo imposible para el hombre moderno. Sin embargo, es la única forma de estar siempre feliz. Los deseos del ser humano pueden ser de riqueza, de progenie o de placer sensual, o de ser apreciado por otros.

Más allá de las necesidades materiales que toda alma con cuerpo tiene, el correr tras la riqueza es una carrera sin fin, nunca se llega a tener todo lo que se quiere. Si queremos paz, debemos poner límite a nuestros requerimientos materiales. Por otro lado, el deseo sensual es muy fuerte en el ser humano, pero aquel que es capaz de controlarlo y canalizar esa energía se vuelve poderoso. Cualquiera diría que ese es el deseo más difícil de controlar; sin embargo, el deseo de ser apreciado por otros parece ser aún más difícil de vencer. ¿Por qué? Porque ese deseo constituye la naturaleza misma del ego, causa de todos los sufrimientos del ser humano.

Grandes seres que ya no tienen interés alguno por riqueza o placer sensual pueden ser presa del deseo de reconocimiento o aprecio por parte de la sociedad.

Dios

También debemos tener en cuenta que, de una u otra manera, todos creemos en un ser superior o Dios, más allá del nombre que le demos o de la religión que profesemos. Aunque a veces uno se olvide de Dios en la vorágine de la vida, el señor le recuerda su presencia por medio de situaciones adversas que le hace sentir lo pequeño que es ante ese poder supremo. Ese Dios es omnipotente. Él satisface todos los deseos de su devoto. Pero a veces, cuando sabe que la concreción de algún deseo le va a hacer mal, no le da lo que quiere. Él es como una buena madre que prefiere que el hijo llore un rato porque no le da el dulce que pide, antes que verlo sufrir largo tiempo por dárselo. Ella sonríe porque el niño llora sabiendo que le está evitando una indigestión y que pronto dejará de llorar.

También el señor nos ve llorar muchas veces, pero Él hace lo que es para el bien mayor de su devoto, aunque nosotros no podamos entenderlo.

Una de las prácticas de yoga es llamada Santosha: estar siempre satisfecho. Para ello hay dos recursos fundamentales: uno es el de reducir los deseos al mínimo si no es posible a cero; el otro es aceptar la voluntad divina pensando que nuestra visión está limitada por los deseos. No tenemos la visión total, vemos sólo la punta del iceberg. El señor sabe qué es lo mejor para nosotros y, a veces, puede que lo mejor sea sufrir. OM.

+ información

en la web

www.institutodamaru.com

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CIENCIA DE LA VIDA

El yoga es una ciencia milenaria que abre los caminos hacia al autoconocimiento y desarrollo de nuestra propia naturaleza o ser, integrando y equilibrando los 3 aspectos que nos componen: cuerpo-mente-espíritu. Tomando conciencia de cómo funciona la energía vital universal y cósmica, dentro y fuera nuestro y el poder de autosanación que todos poseemos.

Es un espacio para mejorar la calidad de vida, el bienestar psicofísico, recreativo y terapéutico. Donde encontrarnos en conexión con nosotros mismos y poder ir dejando las tensiones, preocupaciones e incertidumbres cotidianas. A través de varias técnicas psicocorporales, implementadas de acuerdo a las necesidades o problemáticas personales y del grupo, se integra la respiración, el movimiento consciente de cada articulación, y la liberación de la voz.

NO AL ESTRÉS

Con el trabajo “bioenergético” se facilita la descarga de estrés y emociones negativas. Se liberan energías retenidas, regulándolas para disponer de más energía, se abandonar el esfuerzo y la rigidez. Permite tomar conciencia, dejando fluir el gran potencial energético hacia la creatividad.

Para niños

Cuando es practicado por niños, les aumenta la capacidad de concentración y disminuye la agresividad. También puede ayudar a descubrir, con sorpresa, lo rígido y poco ágil que es un niño, a pesar de sus pocos años. El yoga divierte a los niños cuando van adoptando las distintas posturas, con la imitación de animales, objetos, etc. Otro beneficio es que la práctica del yoga otorga salud a los pequeños; le da flexibilidad a la columna, fuerza a los brazos y piernas, y el equilibrio que necesitan para su formación.

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