martes, 21 de octubre de 2008

La conmemoración del 17 de octubre

La conmemoración del 17 de octubre




Como todos los aniversarios, el 17 de octubre sufre su inevitable proceso de desgaste. El mito pierde fuerza y se transforma más en un dato de la historia que en una fecha capaz de convocar emociones desbordantes. Lo que ocurre con el 17 de octubre sucede también con cualquier fecha de estas características, más allá de su identidad ideológica.



En el caso que nos ocupa, se trata de una fecha fundacional para el peronismo, que como todo aniversario político genera controversias, incluso entre sus propios adherentes. El 17 de octubre de 1945 fue, durante los años del primer peronismo, una de las fechas celebratorias de lo que se evaluaba como la gran gesta popular. Después de 1955, y al calor de lo que se consideró la resistencia peronista, la fecha fue de alguna manera resignificada y en los años sesenta se transformó en uno de los grandes mitos movilizadores de los sectores radicalizados del peronismo: "Fusiles, machetes, por otro diecisiete", era la consigna representativa de estos sectores, consigna que en sí misma le otorgaba al acontecimiento una dimensión que poco y nada tenía que ver con lo que efectivamente había ocurrido en aquella jornada de 1945, en que predominó la movilización pacífica protegida por la Policía leal al coronel, que en esos momentos se encontraba detenido en la isla Martín García y estaba a punto de ser trasladado al Hospital Militar.


Hace dos años, el oficialismo intentó reflotar este aniversario y la jornada concluyó con una serie de actos de violencia protagonizada por matones sindicales. Evocar fechas lejanas o pretender manipularlas provoca estos riesgos, porque en realidad la leyenda ha perdido consistencia y sólo adquiere vigencia gracias a los dispositivos que se traman desde el poder, para otorgarle una dudosa actualidad.



La celebración del 17 de octubre pasado expresó el deseo de los Kirchner de recuperar la ofensiva política hacia el interior del peronismo y hacia el conjunto de la sociedad. En los diferentes actos organizados por el oficialismo, los Kirchner retornaron a sus críticas contra el campo con renovados reproches al vicepresidente Julio Cleto Cobos. No concluyeron allí las iniciativas políticas. El protagonismo de las más altas autoridades de la Nación en los actos celebratorios expresan su voluntad de retornar a las fuentes originales del peronismo ortodoxo. En efecto, las últimas decisiones políticas de los Kirchner apuntan a "peronizar" su gestión. El tradicional discurso de la transversalidad pertenece al pasado, sobre todo después de la deserción de Cobos. Fracasado el proyecto de reconstruir una nueva hegemonía movimientista con aliados extrapartidarios, los Kirchner retornan a las fuentes y fortalecen sus alianzas con los aliados históricos: los caciques sindicales y los caudillos del cono urbano bonaerense. Más allá del folclore y de la emotividad de una fecha que, a decir verdad, a más del ochenta por ciento de los argentinos por razones cronológicas no le dice mucho, las recientes celebraciones tienen más que ver con las apetencias políticas hacia el futuro que con la evocación de un hecho histórico que sin duda fue importante, pero que el implacable paso del tiempo lo ha despojado de sus componentes míticos, más allá de la voluntad manipulatoria del poder de turno.



Publicado por DIARIO EL LITORAL DE SANTA FE

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