Publicado por Ninfa Estela Duarte Torres el octubre 5, 2010 a las 5:00am
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No hay estelas en tu bogar incierto
apacible lago en calma,
ni dejas huellas en tu andar silente
paisaje sutil de temporada,
es tu existir andariego
como alforjas de viandante
emigrante fugaz,
o ave de paso,
tequila y soñar.
Vas un día hacia el lucero del alba,
arrastrando fatigas
luego hacia la cruz del sur,
peregrino en tu propia tierra
caminante sin camino,
merodeas por la playa
cruzado de mil sinos,
inquieto bardo.
No hay destino que te avenga viajero
ni tiempo ido en recuerdos,
vuelos errabundos
futuros cambiantes
se escapan de tus dedos,
solo quedan bosquejos de “algún día”
Las palabras de tus versos andariegos
palpitares de gacela
tienen espinas de rosales impíos
y efímeras luminarias
que alumbran tu existir.
En tu puerto encalló el destino,
pasó la hora de partir
lejanías tentadoras
con su ancla de marfil.
De tanto en tanto
una estrella fugaz
alumbra tu insomnio,
con recuerdos de poeta
y ensueños de cristal…
Lo demás son solo versos
promesas de primavera,
palabras y nada más…
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