Palabras inéditas... Ninfa Duarte
Amaneció mojado el cielo
con notas de fresca llovizna,
pareciera que mi alma
buscara sumergir allí
mi soledad
en callados arpegios…
Estoy afiebrada de silenciar
La canción del anhelo;
y la nota que nutre mi quimera
viene desde el fondo de la vida
esparciendo aromas,
pintando aguaceros… primavera,
sueño, ilusión,
esperanza…
Voy dejando mis versos dispersos
llenos de cándida dulzura,
para cubrir tus huellas
con la tibieza de mi cuerpo,
trozos de miradas y
gestos que me erizan…
Me paso las noches
descolgando estrellas y luceros
para trocarlos en besos
enredándome en tu alma
viviendo una aventura
vestida de sudor y esperma,
comiendo el pan del instinto,
bebiendo el vino del derroche…
En la orilla invisible del cielo
escribo esta límpida queja
imitando la voz del viento,
susurrando apenas
para no despertar a los pájaros
ni agotar el perfume de mil flores,
mientras
mi alma tiembla furtivamente
como un lirio
que se queda dormido al pie de un árbol,
esperando tus caricias…
Mis palabras recientes
van cargando horizontes,
en tu alforja
y abriendo soles en mi pecho;
tus versos en tanto
con sed de mis besos
sólo piden entrega
con los rojos más ardientes
y las manos impacientes,
mi pecho sin aliento
va cayendo por la vereda del mundo
para atrapar tus huellas,
y sigue destino afuera
urdiendo fugas
yendo en pos del destino
que se lleva tu imagen,
envuelta en tu alma…
En la orilla del ocaso
mi amor contenido
estruja una balada
con palabras calientes
que conocieron tu historia
y bebieron junto a las tuyas el elixir de la vida,
en finas estrofas nocturnas
y tibios suspiros en mi almohada…
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