Los Kirchner y la libertad de prensa

Los Kirchner y la libertad de prensa




DIARIO EL LITORAL DE SANTA FE  http://www.ellitoral.com/

Uno de los argumentos empleados por los Kirchner para justificar su proyecto de ley de radiodifusión es que están preocupados por defender la libertad de prensa amenazada por los monopolios y el privilegio nacional y extranjero. En diferentes intervenciones, la pareja gobernante ha dicho que está a favor de una ley de prensa que reconozca y proteja el pluralismo, la diversidad y las libertades. En todos los casos, los Kirchner elaboran un discurso donde se pretende proteger a los débiles supuestamente indefensos, ante la voracidad o la inescrupulosidad de los grupos de poder.

Se sabe que los discursos deben confrontarse con la práctica. En el caso de los Kirchner, la contradicción en este caso resulta evidente. Sus antecedentes en materia de libertad de prensa en la provincia de Santa Cruz eximen de mayores comentarios, no obstante lo cual merecen mencionarse las persecuciones a periodistas disidentes, el manejo discrecional de las pautas oficiales, la concentración de medios de comunicación bajo el signo oficial, ejemplos que dan cuenta en términos prácticos sobre lo que piensan los Kirchner de la libertad de prensa.

Mucho antes de que el proyecto de ley de radiodifusión ingresara al Congreso, la pareja gobernante había expresado su concepto sobre este tema a través de sus acciones en Santa Cruz. Luego, desde el poder nacional cada vez que tuvieron oportunidad atacaron a los medios y a los periodistas, una constante en el discurso de la señora presidenta y una pulsión casi histérica por parte de su marido.

Cuando los Kirchner llegaron al poder, el hábito de las conferencias de prensa, típico de la sociedades democráticas, desapareció de la escena pública y cuando algo parecido a ellas se intentó hacer, fue en coyunturas muy especiales. También en estos casos cada vez que tuvo la oportunidad la señora Cristina Fernández se dedicó a amonestar no sólo a los propietarios de los medios sino también a los periodistas o, para ser más precisos, a los periodistas que los fastidiaran con sus preguntas.

Durante el conflicto con el campo, el año pasado Néstor Kirchner se dedicó a ofender a corresponsales. Los ultrajes los realizaba acompañado por obsecuentes y serviles que festejaban sus ocurrencias con risotadas y comentarios obscenos. En los últimos días, Kirchner no desperdició ninguna oportunidad para agraviar a movileros, en la mayoría de los casos jóvenes que recién se inician en la profesión. No deja de ser patético y de alguna manera indignante que un ex presidente se dedique a intimidar a jóvenes aprendices porque le formulan preguntas incómodas.

Atendiendo a estos antecedentes ¿es posible creer que los Kirchner están preocupados en serio por la libertad de prensa? La pregunta es pertinente porque más allá de algunas bondades formales que tenga el proyecto y más allá de los argumentos de algunos de sus incondicionales de “izquierda”, son los hechos con sus crudezas verbales y prácticas los que dicen con elocuencia cuáles son las ideas y los intereses que protegen los Kirchner en materia de libertad de prensa.